Los Reyes Del K.O

Adrián Costa – Voz y Guitarra

Marcos Coll – Armónica

Javi Vacas – Bajo

Antonio Pax – Batería

MÚSICA

2010 – It’s Fiesta Time

2009 – Funky Tortillas (Con Tino Gonzales)

2008 – Live In Yorckschlösschen Berlin

2006 – Hot Tin Roof

2002 – Coll Vs Costa

Con apenas 30 años, Marcos Coll y Adrián Costa pueden presumir de haber facturado uno de los discos de blues más sinceros e imponentes que se hayan hecho nunca en el estado. Bien es cierto que sería imposible imaginar una grabación de este calibre sin la experiencia atesorada en Alemania en los dos últimos años, donde incluso son galardonados recientemente con el Berlin Jazz and Blues Award 2006.
Este disco -el tercero para Gaztelupeko Hotsak, tras “Home Made Blues” y “Coll Vs. Costa”- suena polvoriento, lúbrico y festivo. Y, sobre todo, CALIENTE, como su propio nombre indica.
Los Reyes del KO nos noquean con una afortunada selección de temas propios y versiones que hacen de “Hot Tin Roof” un manjar perfecto para degustar en la carretera. Los aficionados al género van a disfrutar largo y tendido con el correoso sonido de armónica de Marcos Coll y la voz juguetona y la guitarra de Adrián Costa… Y los amantes de la música negra sin etiquetas se rendirán ante los apuntes soul y rhythm’n blues.
Los Reyes del KO dejan patente que se han divertido como nunca grabando este disco, probando colores afines y otros a priori no tan afines, para culminar un menú que tiene canciones para todos los paladares, dándose el gusto de invitar a su fiesta a verdaderos guardianes del “Grial del Blues”, como Sax Gordon Beadle, Guitar Crusher o Herb Hardesty –que pueden presumir de haber colaborado con monstruos de la talla de Fats Domino, Johnny Copeland, James Brown, Frank Sinatra, Doctor John o Tom Waits-. Todo ello bajo la atenta supervisión de su mano derecha, el pianista germano Christian Rannenberg -que en su primer trabajo como productor puede estar más que orgulloso del resultado- y la siempre puntual colaboración del bajo de Javier Vacas, peso pesado del rock’n’roll peninsular en proyectos de culto como La Vacazul, 3000 Hombres, Los Coronas o Sex Museum.
El menú no se olvida de la escuela de Chicago (“The Great Googa Mooga”), ni de trepidantes cabalgadas boggie-boogie (“Fucked Up Again”), y se recrea además mirando de reojo –a veces directamente- al soul sureño de Memphis, en temas como “Young Boy Blues” o “I Can´t Cry”, donde los espíritu de
Otis Redding, Wilson Pickett o Sam Cooke sobrevuelan una interpretación relajada y convincente. Por si fuera poco, ponen en la coctelera unas gotitas de modernidad en forma de ritmos disco-funk (“Divin’ Duck”, con scratches incluídos) y hasta un escarceo con el hiphop (“El Beat de Mi Corazón”, con el rapeo de Antoine Smith). Y, en el capítulo de versiones sorprendentes para redondear un disco de grandísima altura aliado con las sorpresas, nos recuerdan lo grande que fue una vez un tal Michael Jackson (bordando “The Way You Make Me Feel”) y rescatan del olvido un standard latinoamericano como “La Paloma” (que ni siquiera Charlie Parker pudo resistirse a grabar!), como lo hubiera hecho el mejor Santiago Auserón. Casi nada.